Mateo 13 — Los Misterios del Reino
Qué gusto verles, qué gusto ver, nuevamente,
vernos el domingo, muchas caras nuevas,
seguimos viendo caras nuevas y eso es muy bueno,
somos ya, en estas últimas semanas,
nos gozamos en ver que gente, lo que Dios está haciendo a las personas,
que están con nosotros. Por ahí quiero ver de nuevo las manos,
¿quiénes nos acompañan por primera, segunda vez?
Nos hizo un montón, pues bienvenidos, sean muy bienvenidos.
Yo soy Lalo, Lalo Azecas, así simplemente Lalo,
como novela, exactamente, simplemente María.
Ah no, esa era otra.
Está bien, estoy jugando, listo, quietos aquí.
Muy bien, pues vamos a comenzar, vamos a continuar con nuestra serie de
predicación acerca de Mateo, ese reino de revés.
Mateo, nos toca estudiar el Mateo capítulo 13.
El capítulo 13 tiene sus hartas, muchas complicaciones,
porque estamos hablando Mateo capítulo 13,
nada más ni nada menos que de 8 parábolas.
Así que los próximos horas y media vamos a estar compartiendo.
No, no es cierto, es un chiste, pero no para tardar más de 40 minutos para compartir.
Dos cosas, necesito toda su atención, vamos a ver un video,
y en este video vamos a hablar acerca precisamente de las parábolas.
Y al terminar les voy a hacer dos preguntas,
y a mano alzada, el que me la responda correctamente, le toca premio.
O sea, sí, chocolate.
A ver si así ponen atención.
Ok, así que, ¿qué preguntas?
Uno, ¿qué caracteriza a una parábola bíblica?
Ya están apuntando, muy bien.
¿Qué caracteriza a una parábola bíblica?
Y la segunda pregunta es, ¿cuál es el tema central de las parábolas de Jesús?
Así que les voy a preguntar, no me respondan, a mano alzada,
yo les digo, yo pongo la regla y yo les regalo el chocolate.
Así que vamos a empezar.
Jesús de Nazaret fue un maestro excepcional,
y algunas de sus enseñanzas más conocidas fueron dichas por medio de historias cortas llamadas parábolas.
Sí, como que el reino de los cielos es semejante a un mercader que está buscando perlas,
y cuando encuentra la mejor de las perlas, lo vende todo para poder comprarla.
Debió ser una perla increíble.
O que el reino de Dios es como una pequeña semilla de mostaza que un agricultor plantó en un jardín,
que creció y se convirtió en un árbol gigante, y aves vinieron a posarse en sus ramas.
¡Qué hermosa imagen! Pero, ¿qué significa?
Exacto, las parábolas de Jesús no dejan todo claro.
Más bien, él quería estimular la imaginación e invitar a la gente a ver desde una perspectiva diferente
lo que Dios estaba haciendo en el mundo.
Entonces, hablemos de las parábolas de Jesús.
A lo largo de la historia, muchos maestros han usado historias para enseñar a los estudiantes sobre moralidad, religión, filosofía.
Pero Jesús no usó sus parábolas para enseñar conceptos religiosos abstractos o ideas morales.
Él dijo que sus parábolas trataban acerca de sí mismo y de su misión.
Su misión, que consistía en anunciar que el reino de Dios estaba llegando a la tierra tal como existe en el cielo.
Exacto. Así que en los días de Jesús, los israelitas estaban bajo el dominio del imperio romano.
Pero sus escrituras prometían que un día Dios vendría como rey a gobernar a su pueblo.
Por eso, muchos israelitas querían rebelarse en contra de Roma y luchar por su libertad.
Y para muchos, esto era el reino de Dios.
Exacto. Pero Jesús era un profeta errante y pobre que anduvo sanando a los enfermos e invitando a la gente a seguirle.
Y él dijo que esta era la llegada del reino de Dios.
Y eso no satisfizó la expectativa de la gente.
Exacto. Así que Jesús usó algunas parábolas para ayudar a la gente a imaginarse cómo este pequeño movimiento significaba la llegada del reino de Dios.
Oh, sí. Como la parábola de que el reino de Dios es como levadura escondida en una masa de harina y que no puedes ver su influencia, pero lo cambia todo.
Jesús también contó parábolas acerca de cómo los valores del reino de Dios eran totalmente diferentes.
Sobre cómo las personas menos importantes para el mundo son en realidad las más importantes para Dios.
En especial aquellos que son pobres y de baja condición.
Sí, como la parábola del hacendado que contrató jornaleros durante todo el día.
En la mañana, más tarde en el día y aún hasta el final del día.
Y cuando fue el momento de pagarles a todos, les pagó la misma cantidad.
Cierto. Jesús les estaba mostrando cómo el dinero y el nivel social son irrelevantes para Dios, quien ofrece su generosa misericordia a todo el mundo.
Ahora, no todas las parábolas tienen finales felices. Algunas son muy intensas.
Sí. Jesús continuó la tradición de los profetas de Israel, quienes también contaron parábolas que criticaron a los líderes de Israel porque ellos confundieron el reino de Dios con los suyos.
Jesús advirtió a los líderes de su tiempo que si no aceptaban esta oferta del reino de Dios, destrucción es lo que les esperaba.
Sí, como la parábola del hacendado que levantó este hermoso viñedo a la espera de que dé fruto.
Sí, Jesús sacó esta parábola del profeta Isaías, pero le hizo sus adaptaciones.
Exacto. Así que el hacendado designa labradores que se encarguen de su viñedo y a la hora de la cosecha envía a sus siervos a buscar el fruto.
Pero esos labradores matan a los siervos.
Así que el hacendado envía a su propio hijo para que confronte a los labradores, pero a él también lo matan.
Así que Jesús le pregunta a las personas a su alrededor, “¿Qué creen ustedes que debería hacer para que los labradores se maten?”
“¿Qué creen ustedes que debería hacer el dueño de la viña?”
“Oh, ¿él va a castigar a esos labradores y contratar a otros nuevos?”
Jesús sabía que si Israel continuaba por su actual camino, serían destruidos por Roma.
Así que en parábolas como estas, él está forzando a la gente a tomar una decisión sobre su oferta del reino de Dios.
Y ahora las personas, ¿van a rechazarlo, ignorarlo o confiar en él y seguirlo?
Pero si este mensaje del reino de Dios es tan importante, ¿por qué esconderlo en parábolas? ¿Por qué no dejarlo más claro?
Bueno, a través de acertijos y parábolas, Jesús podía decir cosas muy atrevidas que revelaban la verdad para aquellos que fueran de mente abierta.
Para aquellos que tuvieran oídos para oír, podían ponderarlas y entenderlas con mayor profundidad.
Pero las parábolas también escondían su mensaje de aquellos que estaban en su contra, de manera que él pudiera ganar más tiempo.
¿Ganar más tiempo? ¿Para qué?
Pues, Jesús estaba preparando a sus seguidores más cercanos para la sorpresa más grande de todas.
Jesús comunicó que el Dios de Israel estaba llegando para reinar sobre su pueblo,
pero no a través de la coerción o la violencia, sino a través del amor sacrificial, al igual que él iba a morir por los pecados de ellos.
Pero su muerte no sería el final.
Exacto. Él dijo que su muerte sería como una pequeña semilla sembrada en la tierra, que luego crecería y produciría una cosecha con muchas otras semillas.
Así que estas parábolas explicaban quién era Jesús y cuál era su plan.
Y los autores del Evangelio han preservado estas parábolas para que cada generación de seguidores de Jesús puedan leerlas y ponderarlas.
Y puedan imaginar cómo el reino de Dios sigue operando aún hoy en día.
Exacto. Estas antiguas parábolas están llenas de sorpresas y desafíos.
Son como un almacén lleno de tesoros, algunos nuevos y otros viejos.
Y todo está ahí, esperando ser descubierto.
Muy bien. Listos. Interesante. Sí. Dinámico. Práctico. Ok.
Preguntas, entonces. Y así a mano alzada.
Y realmente, ¿cuál es la característica de las parábolas?
Como ya les dije, yo pongo las reglas, yo regalo el chocolate, así que yo busco una respuesta en específico.
Así que no se quejen por si es que sea injusto. Solo el Señor es justo.
Así que bueno, ¿cuál es el tema central de las parábolas bíblicas?
A mano alzada. ¿Quién dice? Allá atrás.
Sí. Sirve para expresar una verdad de una manera más sencilla.
Parte, parte pero no siempre. Y ahora vamos a ir viendo. ¿Quién más?
¿Quién más por acá?
Ok, nos lleva una reflexión. Ok, ocupo las dos preguntas.
¿Cuál es el tema primero? ¿Cuál es el tema central de las parábolas bíblicas?
¡Pris! Ese es el tema. Listo. El anuncio del reino del cielo.
Ya tienes la primera. Así que ya, si no ya se las diste a los demás.
¿Qué caracteriza a una parábola?
Apunta, se nos acaba el tiempo. Se va. Tres.
Una característica.
Sí, tiene que ver. Ok, ya vamos deduciendo. Es una pequeña historia.
¿Qué más? Estimula, sí, tiene que ver con eso.
Pero no es lo que yo quiero. ¿Qué más?
Tiene un mensaje escondido. Es cierto. Y ya vamos viendo casi hasta…
La clave está casi al final. ¿Arturo?
Lo siento, pero mi amigo… ¿Blanco o negro?
Racista. No, no es cierto. Eso lo vamos a cortar.
Muy bien. ¿Qué son las parábolas? No se preocupen, tenemos todavía una pregunta más.
Así que, ¿qué es una parábola? Efectivamente, son…
Es un mensaje, es una historia, corta, extraída. Dice ahí la definición
dentro de… ¿Tú la googleas?
Entonces, una parábola es una historia extraída de la vida cotidiana
para transmitir una verdad moral o religiosa.
Preguntábamos, ¿cuál es el tema central?
Exactamente, tiene que ver con el reino de Dios.
Dentro de estas ocho parábolas que viene en el Mateo capítulo 13,
son comparativas. ¿Y cómo comienzan?
Con “el reino de Dios es como” y ahí vienen las historias, ¿no?
Abreviadas y van compartiendo. Entonces, ¿qué caracteriza a una parábola?
Tiene que ver, sí, con todo esto que hablamos, pero sobre todo lo que compartía Arturo.
Nos demanda una respuesta, nos demanda a que lleguemos a una…
A que tomemos una decisión.
Ahora bien, si escuchas la palabra parábola así de de pronto,
imagínate que empezamos ahorita de cero, no les he dicho nada.
¿Qué te viene a la mente? Parábola, lo primero, ¿qué es?
Historia, ¿qué más?
Matemáticas, ¿quién dijo matemáticas? Otro ñoño, yo también pensaba en ñoño.
¿Sabe por qué matemáticas? Porque es una parábola, ¿no?
Es algo que tiene que ver…
Y es una percepción propia o definición propia porque no viene de ningún lado, así que…
“Ah, y se dijo una herejía con respecto a las parábolas”. No.
Pero sí es llegar de un punto A a un punto B, pero de una forma diferente.
A lo mejor por otro camino, digamos, de un rumbo diferente y no de una manera directa.
Y eso es lo que hizo el Señor Jesucristo.
Empezó, compartió acerca del reino en un punto específico, pero de una manera diferente.
Ahora, la segunda trivia del día de hoy.
No les voy a dar tantos tips como en la primera, porque en la primera la atinaron bien rápido.
La mano alzada, yo les digo. ¿Cuál es una parábola de la Biblia de las más conocidas, incluso por no creyentes?
La parábola de Sembrador. No creo que los no creyentes la conozcan, pero es buena.
¿Cuál? El Hijo Pródigo.
El Hijo Pródigo. ¿Cuál es otra? Así de las más conocidas, ya no hay chocolate, pero por no creyentes, ¿sabes cuál es?
Ah, puede sonar, sí, sí, pero yo creo que va más hacia el buen samaritano.
El buen samaritano, tú le preguntas a alguien, mucha gente la sabe, la conoce, no sabe ni que viene de la Biblia,
pero te pueden explicar hasta de qué se trata.
¿Qué hablamos entonces acá? El Hijo Pródigo. ¿Por qué tomo como ejemplo el Hijo Pródigo?
Lucas capítulo 15, es una parábola tradicionalmente muy conocida, muy alegorizada,
por ello le dije a Marcelo hace rato que quien le toque predicar Lucas capítulo 15, creo que lo va a tener que predicar completo.
¿Por qué? Porque muchas veces cuando, ¿has escuchado predicaciones del Hijo Pródigo?
Se habla acerca de que porque se va, que pidió la herencia, que cómo se la gasta,
y se van buscando puntos aludiendo a las características de esta parábola.
Y si bien, sí tiene o podemos extraer enseñanzas, el problema es cuando se va desvirtuando la esencia de una parábola.
Cuando tú lees, la próxima vez que vayas por Lucas y llegues al capítulo 15,
para entender la parábola del Hijo Pródigo tienes que entender todo el capítulo completo,
y no empieza con el Hijo Pródigo, empieza con la oveja perdida,
¿se acuerdan de esa parábola? Aquella que se va y que hay más gozo en el cielo por esa que se encuentra,
que por las 99 tenemos inmediatamente la parábola de la moneda perdida,
al cual la mujer que la encuentra, hay gran gozo por haberla hallado,
y como broche de oro en este conjunto de tres parábolas, cierra con el Hijo Pródigo.
Y con una enseñanza brutal que tiene que ver con las tres, viene hilada perfectamente,
hablando de que? De aquello que se pierde y se halla, es clave.
¿Cuál o quién es el protagonista de la parábola del Hijo Pródigo?
¿Quién? El Hijo Pródigo, el Hijo Pródigo, podemos ver.
Ahora bien, entender las parábolas tiene que ver mucho, y es bien importante esto,
¿a quién se le dicen las parábolas? Su contexto es bien importante para comprender el sentido de las mismas.
¿Quiénes eran los oyentes de estas tres parábolas? ¿Quiénes eran?
¿Judíos? Sí, eran escribas y fariseos.
Entonces, la enseñanza que había dentro de esta parábola, si bien, si era hablar del Hijo Pródigo,
cuando cierra, estaba demandando una respuesta a quienes?
A los escribas y a los fariseos, los cuales fueron comparados con quién?
¿Con el Hijo Pródigo? ¿Con quién?
Con el hermano, que le dice a su padre, como yo estuve contigo, no me fui.
Realmente esa es la esencia dentro de esta enseñanza, y se la dice específicamente a ellos.
¿Qué estaba buscando Jesús por parte de ellos? Que tomaran una decisión, que hubiera una respuesta.
Por eso es lo que caracteriza a estas parábolas bíblicas, más allá de la definición,
busca una respuesta de sus oyentes.
El tema que sigue, o lo que tiene que ver, es el tema del Reino de Dios.
Si leemos Mateo capítulo 13, vamos a ver parábolas y vamos a ver el Reino de Dios.
Si lo resumimos, o en términos generales, el Reino de Dios se define como el dominio o gobierno divino,
donde Dios ejerce su autoridad y su voluntad es cumplida de manera completa y perfecta.
Eso se refiere, dice, a la soberanía espiritual de Dios en los corazones y vidas de las personas.
Jesús enseñó que el Reino de Dios está presente y disponible para aquellos que aceptan su mensaje,
dice, y se someten a la voluntad de Dios.
Jesús en sí mismo cumplió el Evangelio.
Él era el Reino de Dios. Con él comienza todo lo que tiene que ver precisamente con el Reino de Dios
y cuando se los está exponiendo ahí en Mateo capítulo 13.
Así que entendiendo el contexto, entendiendo lo que son las parábolas,
entendiendo lo que tiene que ver este tema principal,
no me queda más que compartirles la esencia de la predicación del día de hoy.
Hoy quiero hablarte acerca del Reino de Dios.
Y si te estoy hablando que una parábola requiere o demanda una respuesta,
simplemente queda esto, el Reino de Dios siempre demanda una respuesta.
Siempre demanda respuesta.
Cuando vemos, platicamos, escuchamos, tiene que ver con ello, Dios espera una respuesta de nuestra parte
y Dios espera una respuesta en aquel momento.
Entonces aquí entendiendo esto, es importante que entendamos los tres siguientes conceptos
referente al Reino de Dios con respecto a nuestra respuesta.
Y que tiene que ver con el Reino de Dios.
Vamos a hablar de que el Reino de Dios es, en primer lugar, como? Relevante.
Segundo lugar, el Reino de Dios que dice que es? Vigente.
Y el tercero, el Reino de Dios es? Reservante.
Vamos a repetir, el Reino de Dios como es en el primero? Reservante.
El segundo, el Reino de Dios es? Vigente.
Y el tercero, el Reino de Dios como es? Trascendente.
Hablemos del tema de la relevancia.
Que es relevante?
Viene de la idea del relieve.
Que es algo con relieve?
Algo que resalta, algo que sobresale.
Es algo que por sus características propias es diferente a algo más.
Cuando vemos el significado de relieve tiene que ver con eso.
Debido a su significado o importancia es lo que lo hace diferente.
Tiene ese relieve.
Ahora, porque el Reino de Dios es relevante?
Revelante, la lengua la traba.
En primer lugar, por quien es el que lo anuncia?
Con eso podría acabar la predicación, nos vamos y listo.
Quien es el que anuncia el Reino de Dios?
Jesús. Y quien es Jesús?
Es Dios.
Con eso.
Es tan relevante porque la misma persona de Dios
viene y anuncia, y nos anuncia su Reino.
Y vamos a ir viendo específicamente que es el Reino de Dios
porque hay muchos conceptos, ideas, posturas con respecto al Reino de Dios.
Y muchas veces queda en la mente como aquel momento lejano
en el que el Señor vendrá de nuevo, reinará en la tierra
y ahí es donde comienza el Reino de Dios.
¿Sabes algo? Pon atención, porque no es ahí.
No es ahí.
El tema de la relevancia es Dios mismo, el Hijo,
viniendonos a revelar estos misterios que habla dentro de las parábolas
porque era un periodo que no estaba contemplado en el Antiguo Testamento.
El título de la predicación de ahora tiene que ver con esto, los misterios del Reino.
Eventos o situaciones que no se habían dado, que no se conocían
y que fueron tan sorprendentes para los oyentes en aquel momento
como para ti cuando conociste de Cristo.
En segundo lugar, es relevante por el contenido que anuncia, por lo que comparte.
Acompáñame, vamos a comenzar a leer desde el versículo 1 del capítulo 13.
Dice la Escritura.
“Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del mar
y se congregaron junto a él grandes multitudes,
por lo que subió a una barca y se sentó.
Y toda la multitud estaba de pie en la playa
y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo
“El sembrador salió a sembrar y al sembrar
parte de la semilla cayó junto al camino
y vinieron las aves y se la comieron.
Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra
y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra.
Pero cuando salió el sol se quemó
y porque no tenía raíz se secó.
Otra parte cayó entre espinos y los espinos crecieron y la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena y dio fruto.
Algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta.
El que tiene oídos, que oiga.
Y acercándose los discípulos dijeron a Jesús
“¿Por qué les hablas en parábolas?”
Jesús les respondió
“Porque a ustedes se les ha concedido conocer
los misterios del reino de Dios,
pero a ellos no se les ha concedido”.
Aquí es que es importante y lo relevante con el contenido,
porque nos importa tanto la forma como el fondo.
Ya hablamos un concepto, el tema de la forma, las parábolas,
por qué usarlas, de qué manera,
¿tenían secretos ocultos?
Sí, para algunos, pero no para otros.
Dependía mucho de la condición espiritual de cada uno
y de la necesidad de cómo recibían el mensaje.
Este mensaje trajo luz a un evento que, como les decía, no se conocía.
Esas parábolas, en el capítulo 13,
y por respeto al tiempo y por todo,
no las podemos ver y no podemos predicar todas,
pero tiene sentido, así como las tres parábolas
que hablábamos de Lucas.
En algún momento con Marcelo veíamos,
¿sabes qué? ¿Cómo predicamos este mensaje?
¿Lo separamos? Pues vamos a agarrar ocho predicaciones,
o al menos agrupamos algunas y por lo menos cuatro.
Pero no podemos quitarle la fortaleza
de la forma en la que se enseña que Jesús
lo tomó en un mensaje, lo compartió y lo encontró
en un capítulo.
Porque demanda una respuesta.
Porque el sentido de lo que se viene enseñando
acerca del reino era tan importante en ese momento
como lo es para nosotros ahora.
Así que, viendo estas parábolas,
sí las vamos a mencionar.
¿Cuál es la primera que vemos?
La parábola del Sembrador, la acabamos de leer.
El Señor Jesucristo, adelante, les explica a los discípulos
a qué hace referencia con el tema del suelo.
Por ejemplo, ese es el punto en esa parábola.
¿Qué era lo importante?
El tipo de suelo donde caía la semilla.
Un suelo trabajado, un suelo duro,
un suelo entre espinos, un suelo rocoso.
Era importante lo que se veía allá.
Vimos el tema del trigo y la cizaña,
esa es una de las segunda parábola.
Aquella que se siembra y en la noche dice
que viene el enemigo y siembra cizaña.
Y por ahí le dicen al dueño de la viña,
¿qué hacemos? ¿La sacamos?
Dijo no, déjala ahí, que crezcan juntos
y en algún momento sacaremos y dividiremos.
Tiene que ver con juicio.
Después vemos la semilla de mostaza,
algo conocido, ¿no?
¿Qué caracteriza a la semilla de mostaza?
¿Qué era como?
Muy pequeña, muy pequeña.
En algún contexto vemos en el momento,
en su cultura, en su contexto.
¿Es la semilla más pequeña del mundo mundial?
No.
Pero en su contexto y en la enseñanza
y en lo que tenía que ver con ellos,
sí lo era.
¿Y qué caracterizaba esta semilla?
¿Qué pasaba con ella?
Tan pequeña que ¿qué pasaba después?
Crecía tanto, era un árbol,
que llegaban aves, se reunían
y estaban ahí, se cobijaban dentro de este gran árbol.
Luego tenemos, esas son…
Y la última que habla, las multitudes,
porque se dividen en cuatro.
Las cuatro primeras, se las dice multitudes,
ahí desde la barca,
y las otras cuatro eran en privado
con sus discípulos.
¿Y la que tiene que ver la otra?
Pues precisamente tiene que ver con la levadura
que veíamos en el video.
Una pequeña porción de levadura,
¿qué hacía con la masa?
La leudaba toda, invadía.
Ese alcance, ese impacto
que tiene el reino.
Con sus discípulos, se habló de
la parábola del tesoro escondido.
Un hombre que encuentra en el camino,
no lo busca,
encuentra un tesoro en un terreno
y ¿qué es lo que hace?
Va, vende todo lo que tiene, ¿para qué?
Para quedarse, para adquirir,
para obtener ese tesoro.
La importancia, la validez, la grandeza del reino.
El otro que es un mercader,
que está en busca de una perla preciosa
y la halla, hace lo mismo.
Son paralelas estas parábolas.
Después termina con la red,
una red de pesca, la red barredera,
que va recogiendo a todos los peces,
y al final cuando sacan, ¿qué es lo que tienen que hacer?
Separarlos,
y la última, el dueño de la casa.
La octava parábola, donde dice que
era una escriba que cuando se convierte
al reino en el evangelio,
por el evangelio, es como
aquel que tiene tesoros,
y de sus tesoros saca lo nuevo
y saca lo viejo. Tiene que ver mucho con las enseñanzas
de antiguo y nuevo testamento.
Ya con esto acabamos, ahorita.
Entonces, ¿qué tiene que ver con esto?
¿Por qué, qué importancia tiene esto?
Saberlas y aprender a interpretarlas.
Como iglesia tenemos dos periodos en el año,
que nos dedicamos a estudiar la escritura.
¿Cuáles son?
¿De qué estamos hablando?
De IBAC, Instituto Bíblico para qué?
Las Américas y el Caribe,
enero y julio,
están abiertas las inscripciones.
Si has venido, precisamente el tema
de cómo leer la escritura,
hablamos acerca de esto, de entender los géneros,
entender las enseñanzas,
poder entender los contextos,
para no descontextualizar
bajo la redundancia,
las enseñanzas y que apuntemos
para cualquier lado.
Realmente el Señor Jesús en esto
y la importancia y lo relevante
del contenido tiene que ver con la forma también.
Y ahí es donde encontramos el tercer punto
con respecto a la relevancia.
En tercer lugar, no es únicamente
quién es el que lo anuncia,
no únicamente el contenido, sino también
a quiénes lo anuncia.
Cuando vemos ahí eso, dice la escritura
y yo creo que muchos no lo sabemos de memoria,
Juan capítulo 1, versículo 12.
¿Qué dice la escritura?
A los suyos,
¿a los suyos qué?
Vino, ¿y los suyos?
No le recibieron, más a todos los que le recibieron,
a los que creen en su nombre,
todos juntos,
es Dios, potestad, derechos,
hijos de Dios.
Todos lo aprendimos en la Reina Valera,
la clásica para memorizar versículos.
¿Qué dice esto?
¿A quiénes venía dirigido el mensaje?
¿A quién vino el Señor Jesucristo
a hablar acerca del reino?
¿A quiénes?
A Israel, a los judíos.
Era el cumplimiento de la profecía,
era lo relevante también,
era algo esperado por parte de su pueblo,
que en el momento cuando ven y escuchan
que está el Mesías,
¿qué estaban esperando ellos?
De acuerdo a lo que hemos visto y lo que sabemos.
¿A quién esperaban ellos?
Al Mesías, ¿y el Mesías cómo iba a ser?
¿Un libertador?
¿Iba a ser un guerrero?
Ellos tenían en su concepto
a alguien que venía a liberarlos
de Roma, de ese poder
y venía a reinar por siempre.
¿Pero con qué se encontraron?
Con un paradigma completamente diferente.
Alguien que buscaba principalmente
que el reino de Dios gobernara
los corazones de cada uno de ellos.
¿Y qué pasó?
Cuando ven Mateo a partir del capítulo anterior,
capítulo 11, capítulo 12,
vemos cómo abiertamente Israel,
¿qué es lo que hace?
Rechaza el Evangelio,
rechaza a Jesús.
Eso abre este periodo que conocemos
como el reino de Dios,
el reino.
Es el momento donde al haber rechazado
ellos, no era algo que no estaba
contenido en el Antiguo Testamento,
es algo que abre aquí esta oportunidad,
porque si había profecías, pero ¿cómo nos iban
a hablar ahora? Por parábolas.
Iba a hablar para que en este proceso
y en este periodo de tiempo
estuviéramos incluidos tú
y yo.
¿Era tan relevante en aquel momento a quién se dirigía?
¿Que eran los oyentes originales
de Jesús? ¿Era tan relevante
para los que
fueron los primeros lectores
del Evangelio de Mateo?
Estamos hablando, no sé, 40, 50,
60, no sabemos la ciencia cierta,
pero no eran los mismos. A mí me pasa a veces,
voy leyendo el Evangelio, leo algunas cartas
y en mi mente, así inconscientemente,
pienso que las escribieron para aquellos con los que
estaban hablando en ese momento.
No sé si me explico.
No me da la idea de que este compendio
de Evangelio y la forma incluso
hasta cómo están organizadas las parábolas,
tienen un sentido intencional
porque había una audiencia
o lectores específicos
a los que Mateo quería hablar.
¿Y sabes quién eran ellos? Eran judíos también.
El Evangelio de Mateo
encuentra muchos términos que eran
relevantes para los judíos.
Le platicaba hace rato, es como cuando
cuentas un chiste.
¿Qué tiene un chiste? Empiezas a platicarlo,
compartes, tiene que haber referencias,
tiene que haber cosas que a las
personas les sean conocidas.
Es como si empiezo a contarles el chiste de algún pastor,
o sea lo de Marcelo, y como que ya todos van a agarrar y
van a empezar a poner atención.
Hay referencias. Entonces,
¿qué tiene algo de chistoso? De que sabes
que se viene algo o viene un cambio dramático
y ahí te causa gracia.
¿Qué pasa si un chiste
te lo tengo que explicar?
Pues no tiene chiste.
O sea, no fue chistoso.
En las parábolas también la enseñanza es así.
Para ellos, en el contexto
en lo que se hablaba, era realmente conocido
lo que se iba enseñando, la manera
y la forma en la que se venía
enseñando. Así que
ellos conocían, había
referencia hacia ellos, hacia el
pueblo de Israel, y podemos
ver como precisamente por
ese rechazo que dieron a Jesús,
se abre este periodo del reino de Dios
que no es un momento
en el futuro cuando el Señor va a
venir a reinar en la tierra físicamente.
¿Va a ser parte del reino? Sí.
Pero no hace referencia a eso, al
reino de Dios. ¿Sabes a qué hace referencia?
A lo que tú y yo
estamos haciendo el día de hoy,
hacer iglesia. Eso es el reino
de Dios. Y ahorita vamos a
hablar de esa parte final. ¿Qué pasó ahí
con este ejemplo?
A Pablo le pasó lo mismo que a Jesús.
Es un eco de lo que
Jesús venía haciendo, compartiendo
el reino, siendo rechazado.
Y al apóstol Pablo en su primer viaje misionero
encontramos ahí en Hechos capítulo
13, versículo 46.
Dice “Entonces Pablo
y Bernabé hablaron con valor y dijeron
¿Era necesario que
la palabra de Dios les fuera predicada
primeramente a ustedes?
Pero ya que la rechazan,
ya que la rechazan
y no se juzgan dignos
de la vida eterna, así que ahora
nos volvemos a quienes?
A los gentiles.
Ellos estaban buscando
en cierta
forma
ese
reinado
terrenal que pudiera suplir,
que pudiera cambiar su situación.
Era lo que estaba esperando
el pueblo judío.
Pero el contraste
de lo que encontraron
con un corazón endurecido
fue haber tenido a Dios en frente de sus
narices y no haberlo visto.
Y ojo, no seamos tan duros con ellos
porque creo
que nos pasa también a nosotros.
¿Qué caracterizaba en esta
parábola del sembrador? ¿Qué era la
diferencia? Vemos que era el suelo.
Y creo que si vemos
el suelo, pues no nos vamos a dedicar como
cuando hay un billete falso y quieres
ver, ¿cómo identificas un billete
falso? ¿No? ¿Te pones a
investigar todas las características
del mundo sobre los billetes falsos?
No. ¿Qué es lo que tienes que hacer?
Saber
todas las características
claves que tiene un billete que
verdadero.
Esa enseñanza, esa búsqueda, esa
profundidad es lo que tiene que ver.
Entonces, esa preparación que se necesita
con el tema del suelo,
vamos a analizar el suelo donde,
no todos los suelos donde no creció
la semilla, ¿dónde está el suelo
que fue fértil, que trajo fruto?
¿Y qué caracterizaba esto?
Pues tendría que ver una, yo creo
que no soy jardinero ni le sé mucho, pero
tendría que ver la composición del suelo.
Definitivamente,
¿cómo estaba compuesto?
Lo que vimos y nos dan pistas
entre dónde creció, tenía que ver con qué,
con su entorno.
Si había piedras, si había espinos,
¿no? ¿Y qué era lo otro? Tenía que ver
con su preparación.
¿Qué es lo que hace
un campesino, eso sí lo sé, antes de sembrar?
¿Qué tienen que hacer? Preparar
la tierra, arar la tierra.
Eso debe causar eco en nosotros.
¿Cómo estamos
preparando, cómo estamos permitiendo
que el Espíritu Santo obre en nosotros
para que podamos crecer y dar
fruto?
Tenemos que enfocarnos en el suelo.
El reino de Dios es relevante
porque todavía tenemos acceso
y está disponible, pero
siempre nos demanda
una respuesta.
Aparte de ser
relevante el reino de Dios,
vimos que el reino de Dios, ¿qué?
Está como, vigente.
Importante.
El reino de Dios está vigente
y está el concepto teológico
en el cual asumimos como postura.
¿Quién ha pasado por
fundamentos aquí?
¿Y qué vemos en fundamentos con respecto
a las posturas? ¿Qué hay, qué?
¿Principios? ¿Qué más?
¿Posturas?
Y preferencias, sin miedo.
Hay preferencias, entendemos algo.
Y una postura que entendemos porque honestamente
no queremos caer en el
mismo problema que cayeron los judíos,
de que pensaron que las cosas iban a ser de tal
forma y no fueron.
Algo que no conocemos, creemos, es una
postura que tomamos, pero no es un
principio bíblico que asimamos, así
va a suceder. No lo sabemos.
Pero creemos
en esta postura teológica de que el reino de Dios
está vigente ya, porque
si hay elementos y eso sí puede ser un principio,
porque lo comienza Cristo, Mateo capítulo 4.
Es el reino que está vigente
ya, pero todavía no.
¿Entendemos ahí?
Es el ya, de que haya comenzado
con la venida del Señor,
pero todavía no, porque no se va a
completar en su totalidad,
en ese momento progresivo,
hasta que el Señor venga de nuevo
y reine y va a instar a un
reino terrenal. Eso sí lo dice la Escritura.
Y tenemos esa postura,
en ese reino del ya,
pero todavía no. ¿Dónde comienza
el ministerio? ¿Dónde se anuncia el reino?
Nos regresamos a algunas predicaciones atrás.
Mateo capítulo 4,
versículo 17 y versículo 23.
¿Qué dicen?
Desde entonces, Jesús
comenzó a predicar, arrepiéntanse,
porque el reino de los cielos
se ha acercado.
Y Jesús iba por toda
Galilea, enseñando a las sinagogas,
proclamando el Evangelio del reino y sanando
toda enfermedad y toda dolencia
en el pueblo.
¿Está vigente el reino de Dios todavía?
Sí.
Y podemos verlos en muchas
formas o muchas cosas,
desde cómo lo presenta Jesús.
¿Qué es lo que dice Jesús? El reino del cielo,
¿qué?
Es como.
Y ese es,
regresándonos a las clases de español,
dícese del tiempo verbo,
en la conjugación del qué.
Presente.
El reino de Dios
es, no va a ser ni será.
El reino de Dios es como.
Eh.
Nosotros somos ahora esos
lectores actuales
de ese reino del cielo.
Ese periodo de tiempo se
abrió y es donde estamos tú y yo.
Comienza con el
Evangelio, comienza con el tiempo en el cual
hemos recibido la palabra del Señor,
van hidándose nuestros corazones
y va causando estos frutos.
Es vigente
y tiene que ser importante y te tiene que demandar
una respuesta, ¿sabes por qué?
Porque te involucra.
Porque es parte de lo que tú tienes que hacer,
es parte de lo que te ataña
tu vida, porque tienes que ver
si el Señor ha hablado a tu corazón, si le conoces
en tu vida, si has creído en Él,
si crees que es tu Salvador, tienes tu fe puesta en Él,
¿sabes algo? Te involucra.
Y está vigente para ti
el día de hoy, como lo estuvo para
los que les habló Jesús hace
chorrocientos o mil años,
¿no? Como los que leyeron
originalmente el Evangelio
y así lo está para ti el día de hoy.
Es vigente, no es algo fuera
de moda, no es algo que pasa.
Y es algo que tiene que causar ese impacto
principalmente en tu vida
para que puedas mostrarle a los demás.
Lo he compartido antes, el reino de Dios
y estos eventos tienen que causar
una convicción en tu vida.
¿Y sabes qué es una convicción?
Es aquello que crees
de tal manera
que convences
a otros.
Esa es una convicción.
La manera en que lo vives, en que lo crees
y que lo expresas para que otros
puedan tener el conocimiento
del Señor. Así que entendemos
esta relevancia, ¿sí?
¿Por qué lo dice? Entendemos que es
relevante, entendemos que está
vigente, como nos atañe hoy.
Pero queremos terminar
con el término de que es trascendente.
El reino
del cielo es trascendente.
¿Qué es
lo que hace que algo sea
trascendente? Los escucho.
¿Qué hace que algo sea trascendente?
Tiene que ver, claro,
eso es una característica, que es algo que pasa hoy.
Pero ¿qué hace que algo sea trascendente?
Marca la humanidad, marca la gente.
¿Qué otro concepto te puede dar? Trascendencia.
Yo creo que es muy amplio.
Que sea verdadero,
memorable,
y miren, ¿eh?
Importante. Y aquí es donde
yo tengo que darle crédito, no a
Google. Y les prometo
que mi predicación no la saqué
de Google, ni de lo que
les voy a decir, pero necesito darle crédito a esta parte.
Es una herencia.
Si ya no le preguntas a Google,
¿actualmente a quién le preguntas?
¿A quién?
Por ahí lo escuché.
¿A quién?
Al chat GPT.
¿Quién sabe, quién conoce
el chat GPT?
Bueno, ya no es
Google ahora. Hay una empresa que se llama
Open AI,
en la cual tú bajas y tú le haces una
pregunta y recopila
de toda la web información,
te puede hacer toda una predicación, te puede hacer
exámenes. Actualmente,
en algunos países se están buscando la manera
de volver al lápiz y al papel porque
ha logrado pasar
exámenes de abogacía, de abogados,
de la barra de abogados, en México, en Estados Unidos,
con una calidad que nada más dime, a ver,
¿cuál es el examen tal? Y te da respuesta.
Les prometo, mi predicación
la hice yo, me tomé el tiempo,
estudié, pero esto me encantó
cuando le pregunté, ¿qué es algo
trascendente? Y así como
de muchos podemos ir tomando
conceptos, nos los agrupa de una manera.
Algo trascendente es algo primero que tiene
profundidad y significado.
¿El reino de Dios tiene profundidad
y significado?
Eternos, ¿no? Y lo que vale,
lo que lleva. Ahora, dice que
también tiene un impacto emocional.
¿Qué dicen?
¿Sí el Evangelio tiene un impacto emocional?
Somos integrales,
a veces tratamos de separarnos, es que eso es
muy emocional, tenemos que ser
más espiritual, bueno, no sé,
más intelectual y no
emocional. El caso es que,
esa guaya se cayó. Ok, es
trascendente en eso, tiene
profundidad, es
impactante.
Habla acerca de lo trascendente con respecto
a innovación y originalidad.
¿El Evangelio
es innovador, es original?
¿Sí?
¿Sí, cuaja? De modo que
alguno está en Cristo, ¿qué dice?
Entonces es innovador.
Tiene una relevancia cultural
y social.
¿Tuvo relevancia el Señor Jesús en su cultura?
¿Tiene relevancia el día de hoy?
Ok,
y seguimos hablando, el caso ahora de las cosas nuevas
que, híjole, ya somos ahora más
antisociales nosotros, porque no
cuadramos con las tendencias,
las filosofías,
somos retrógadas, etcétera, etcétera,
etcétera.
Otra cosa de la trascendencia, habla
acerca de la durabilidad.
¿Qué dicen?
¿Qué va a durar el Evangelio?
¿Hasta cuándo?
Dice acerca
de la universabilidad,
univers…
Universalidad.
¿Es universal?
Ok,
ya está. Contribución positiva,
cambios de paradigma,
longevidad de la memoria
colectiva, por eso nos decían,
es algo trascendente porque está en la memoria
de todos nosotros y deja
un legado
duradero.
Dice un escritor, las ocho
palabras del capítulo 13, llamado por
Nuestro Señor los misterios del reino de los cielos,
juntas,
describen el resultado
de la presencia del Evangelio en el
mundo durante la época
actual. Es decir,
el tiempo de la siembra
que comenzó con el ministerio
personal de Nuestro Señor
y terminará
con la cosecha. El resultado
es la mezcla de cizaña y trigo,
pescado bueno y malo,
en la esfera de la profesión
cristiana, que es la cristiandad.
¿Qué caracteriza
un reino?
¿Qué es lo que caracteriza un reino? El reino que sea.
Que tiene un rey.
Un reino, por lo general,
debe de tener y tiene
a un rey.
Son muchas parábolas hoy.
No tomamos el tiempo para estudiarlas una por una,
las posturas
que pueda haber referente a cada una.
El concepto general
tiene que ver con ese
fondo y esa forma.
Esa forma de una parábola, un mensaje,
la manera en la que busca y demanda
una respuesta
sobre una verdad eterna.
Un reino siempre
tiene un rey.
Quiero preguntarte hoy,
¿a quién tienes colocado
en ese trono
donde debe de ir,
donde debe estar reinando Jesucristo?
¿Qué es lo que has colocado ahí?
Compartí
en el primer servicio
el fin de semana pasado,
el domingo,
estuvimos ahí en Palabra de Vida,
un lugar donde servimos
por muchos años mi esposa y yo como misioneros.
Fuimos al memorial
de una misionera.
Falleció el 4 de agosto.
Areli,
esposa de Vidalgo Areli,
y fue un tiempo muy especial.
Cuando alguien muere,
¿regularmente las personas,
cómo hablan de esas personas?
Bien, en general.
Y si es una realidad.
Fue muy lindo
el hecho de escuchar
a sus hijos, testimonios, videos,
compartir, tiempo de la avanza, de enseñanza.
Pero más allá de todo el contexto
de lo que vivimos y que fue muy, muy lindo
poder acompañarles, estar ahí.
Cuando hablamos del tema
de la trascendencia,
hubo una persona que dio su testimonio
y lo mandó desde Estados Unidos en video.
Y habló acerca de Areli.
Una mujer que
casi 30 años en el ministerio,
sirviendo a Dios,
entregada de su vida.
Y por ahí de los, no sé, 80, 90,
estando en Argentina,
una mujer que servía mucho,
era muy servicial.
Y lo que se hablaba de ella realmente,
por experiencia propia mi esposa y a mí,
nos albergó en su casa también por unos días,
unas semanas, recién casados.
Y algo que compartió este chico
fue que desde los 6 años
ella le había hablado.
Y él conoció de Cristo.
Tan pequeño, tomó la relevancia
y la trascendencia de invertir en la vida
de un pequeño y compartió cosas maravillosas.
Pero el impacto que me dio es,
ahora, dice, yo soy el pastor
de una iglesia aquí en Estados Unidos.
Por algo que hizo
y que asumió Areli
en su vida con respecto a
su participación
dentro del reino de Dios.
El reino de Dios es
trascendente y lo que haces hoy,
lo que decides ahora,
a quien tienes posicionado
en el trono, es lo que va a
marcar tu vida también.
Dios no nos necesita,
pero aún así nos permite
ser parte de su legado.
¿Qué tienes ahí
en ese trono?
¿Tienes rencor?
¿Tienes ira
hacia alguien?
¿Tienes problemas de amargura?
¿Situación familiar?
¿Tienes
angustia por lo que va a ser el porvenir,
por lo que hay?
¿Qué domina esa área de tu vida?
¿Es el dinero?
¿Son las amistades,
los hijos?
Realmente la manera
en la que nosotros cedemos el trono a Dios
es la manera en la que podemos ser bendecidos
y Dios va a permitir que seamos
usados y haya relevancia, haya vigencia,
haya trascendencia
en lo que estamos haciendo.
La diferencia
entre
las parábolas y los
oyentes que estuvieron originalmente con Jesús,
entre las multitudes y los discípulos,
es que unos escucharon
el mensaje.
¿Pero sabes cuál fue la diferencia
de los otros?
Que realmente se acercaron al Señor a preguntar
sobre el mensaje.
Los discípulos se acercaron y preguntaron
al Señor, ¿por qué esto?
¿Por qué aquello?
Y esa es la respuesta que Dios espera
que demos al Señor.
Que nos acerquemos a Él,
que caminemos con Él, que no va a ser fácil
el camino, pero Dios espera y demanda
una respuesta de nosotros.
Y quiero
concluir con esto.
¿Qué demanda para ti esa respuesta?
¿Venir a sentarte
el domingo?
A lo mejor dar un paso más, estar
en un grupo conexión,
dar un paso más
y ser parte de un ministerio,
darte cuenta de que la vida no se
trata de ti.
¿Cómo vas a responder a ello?
El próximo sábado
tenemos una oportunidad grande de invitar
a personas a los talleres,
hacer parte,
vernos también el domingo a gozarnos, tener un tiempo.
¿Pero
qué demanda, qué te está demandando?
Porque el reino de Dios
siempre demanda
respuesta.
La decisión es tuya.
Alex, la semana pasada me encantó
su analogía
con respecto a, no me acuerdo quién dijo
lo primero, que el conocimiento es ¿qué?
Poder.
Y por si me acuerdo
del otro, del tío Ben, que decía
el tío Ben, de Spiderman,
que todo
poder
conlleva ¿qué? Una responsabilidad.
Conocimiento es poder
y poder tiene que ver con responsabilidad, así que
hacemos los cálculos matemáticos, cuando dice
¿qué? Conocimiento ¿qué es?
Responsabilidad.
Y permíteme, pero
creo que ya tienes conocimiento.
Así que tenemos responsables
de qué vamos a hacer con él.
¿Volvamos?
Gracias por este tiempo de estudio,
gracias Padre
por la bendición
de poder tener tu palabra,
poder conocer tu voluntad,
poder saber,
Dios,
que el anhelo de tu corazón
es que podemos darte la honra y la gloria,
que podamos también gozarnos en ello.
Padre, sabemos
que tú esperas siempre
de nosotros.
Caminemos
de acuerdo a tu voluntad.
Ayúdanos a entender,
y ayúdanos a responder
hacia tus anhelos,
hacia lo que esperas.
Sabemos que nunca seremos
decepcionados
y abandonados por ti.
Te amamos Señor, y agradecemos por todo.
En nombre de Cristo Jesús. Amén.